La obesidad es un problema de salud que afecta la calidad de vida, los sistemas de atención médica y la economía de todos los países que sufren este padecimiento en cantidad elevada. La también llamada “epidemia mundial el siglo XXI” va en ascenso a nivel mundial.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se entiende por obesidad a todo aquel Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30kg/m3. En México, 7 de cada 10 personas adultas presenta algún grado de sobrepeso u obesidad.
Cabe recordar que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión o dislipidemias las cuales pueden derivar en distintas complicaciones que ocupan los primeros lugares de morbi-mortalidad.
Sin embargo, el ser humano es social por naturaleza, desde su nacimiento forma parte de algún grupo que implique la interacción para propiciar diversos procesos que auspician la construcción de su identidad. Las diversas redes sociales dan un posicionamiento, un agrupamiento y vínculos de intercambio que generan un sentido de pertenencia al individuo.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE EL USO DE LAS REDES SOCIALES Y LA OBESIDAD?
No es fácil determinar una sola razón por la cual las personas adquieren sobrepeso, lo cierto es que el sedentarismo y la enorme cantidad de alimentos altamente procesados, ricos en azúcares y calorías imperan en el estilo de vida acelerado de las personas.
Hay expertos que aseguran que la obesidad se debe a un estilo de vida y esto puede ir más allá de la cantidad de actividad física que hagamos o del lugar donde comamos. Se puede referir a cómo es que interactuamos con los demás y como influimos en sus decisiones.
Vivimos en una era en la que las redes sociales dominan el sentido en el que se rige la sociedad. Su alcance ha llegado a un grado tal, que, si algo no está dentro Tik Tok, Instagram o Facebook simplemente carece de relevancia.
Si bien, este auge ha sido tan bueno para dar inmediatez a ciertos hechos, así como lograr proyectar y dar visibilidad a otros tantos, también se ha convertido en un arma de dos filos al posicionar en tendencia algunas prácticas que si están al alcance de las personas equivocadas atrae consecuencias que pueden poner en riesgo su salud.
La publicidad y mercadotecnia están en cada red social, en ocasiones representadas como situaciones comunes que, aunque no nos hagan ver un “comercial” tradicional como estuvimos acostumbrados a ver en algún momento, siguen posicionando en nuestra mente esa marca que nos invita a consumir.
¿En qué se traduce la relevancia social que le damos a las redes y la publicidad que vemos en ellas? Fácil, en que nos convertimos en seres altamente receptivos de cada mensaje que nos llega en las redes sociales, la búsqueda de un sentido de pertenencia (virtual, en este caso) nos convierte consumidores potenciales de cualquier producto que nos topemos mientras hacemos scroll en nuestro celular.
Porque claro, el llevar las redes sociales en nuestro celular permite postrarnos en el punto más cómodo de nuestro hogar para pasar horas sin hacer nada más que hacer un tour por internet hundiéndonos en el sedentarismo y con ello pasar horas sin ingerir alimento o en su caso comiendo lo que esté a nuestro alance, sin ser en la mayoría de ocasiones, lo más saludable.
¿QUÉ SECTORES SON LOS MÁS AFECTADOS?
Actualmente, 4.62 millones de personas usan redes sociales siendo estas el 75% de las personas mayores de 13 años. Tan solo en 2021 su uso creció a una tasa promedio de 13.5 nuevos usuarios. En Latinoamérica, casi 9 de cada 10 usuarios de internet usarán redes sociales en 2022 lo que se traducirá en 392.6 millones de personas, colocando a esta región en el segundo lugar a nivel mundial, después de Asia-Pacífico.
El promedio mundial indica que las personas pasamos un promedio de 2 horas con 27 minutos en las redes sociales, visitando al mes un promedio de 7.5 plataformas distintas. Los hombres de 20 a 29 años son quienes más las usan, sin embargo, las mujeres de entre 16 y 24 años pasan hasta 3 horas con 18 minutos al día.
Esto significa que la llamada “Generación Z”, es decir, todos aquellos que nacieron después de 1996, son un sector de usuarios de redes sociales más propenso a vivir las consecuencias del uso y abuso de las redes sociales.
Lo cierto, es que el dominio de las redes sociales ha creado una realidad con una verdad propia que lleva a validar prácticas poco saludables.
Un ejemplo de esto es ver como personas allegadas, familiares o quienes no conocemos en persona, pero se encuentran dentro de nuestros círculos sociales digitales, pueden aumentar de peso y lo aceptamos como algo normal o “natural” en lugar de analizar qué estamos haciendo para llegar a ese grado.
USO DE REDES SOCIALES EN PANDEMIA
El confinamiento provocado por la llegada del Covid-19 cambió la forma de vida de la sociedad. El no poder salir de casa sin duda nos orilló a adoptar el sedentarismo como una forma de permanecer. Mientras tanto, las grandes empresas se dedicaron a la explotación del mercado, creando una fuerte competencia entre plataformas para atraer el consumo de una sociedad que parecía tener tiempo de sobra.
Durante la pandemia, el usuario promedio de internet pasó casi siete horas al día en la navegación desde sus dispositivos. Esta cantidad de tiempo se justificó por el modelo de educación y trabajo que se estableció durante esa temporada, lo cierto es que la plataforma más utilizada durante la pandemia fue Facebook y no alguna aplicación de apoyo como herramienta laboral o educativa.
Junto a las redes sociales, las plataformas de streaming tuvieron un repunte al convertirse en la forma de entretenimiento más utilizada; si a este par se les suma la poca actividad física que ya mencionamos, los trastornos emocionales como la ansiedad causadas por la misma pandemia y una alimentación poco nutritiva, “exprés” y mal atendida por el deseo de no invertir mayor tiempo en cocinar, tenemos como resultado los 8.5 kilogramos que aumentó en promedio cada mexicano en los meses que se aplicó el “Quédate en casa”.
CONSEJOS PARA LLEVAR UN BALANCE ENTRE EL USO DE LAS REDES SOCIALES Y PREVENIR LA OBESIDAD
Las redes sociales generan adicción, así como la comida chatarra o las bebidas con alto contenido en azúcares, el estar todo el tiempo frente al monitor o con el celular en la mano para estar al tanto de lo que acontece, puede producir enajenación y pérdida de la realidad. Es decir que se puede dejar de prestar atención en situaciones básicas.
Es adecuado el decir que a fin de prevenir la obesidad y el sobrepeso se debe llevar una dieta digital en la que como adultos recobremos la actividad física y aprendamos a no depender del uso del Smartphone mientras empezamos a construir un ejemplo para las generaciones de infantes que cada vez son menos activos y en los próximos años pueden presentar problemas más graves que los que vivimos actualmente.
La mayoría de nosotros no somos conscientes de lo perjudicial que puede llegar a ser el uso y abuso prolongado de los dispositivos móviles por eso, para empezar a prevenir la obesidad, puedes optar por destinar un tiempo fijo determinado al uso de este; respetar ese tiempo y destinar otra parte a activarte físicamente puede empezar a hacer la diferencia.
De ninguna manera estamos estigmatizando el uso del celular y las redes sociales como algo completamente dañino, sin embargo, hay que recordar que todo abuso atrae consecuencias. También puedes optar por buscar aplicaciones que te orienten sobre cómo realizar rutinas de ejercicio en tu misma casa, utilizar un contador de pasos para medir cuanto debes caminar por día y sobre todo, buscar alternativas para alimentarte de una forma sana.
NO SOLO SON LAS REDES SOCIALES, OTROS MEDIOS TAMBIÉN CONTRIBUYEN A GENERAR SOBREPESO
El problema de la obesidad no es culpa de las redes sociales. Como mencionamos al inicio, es difícil determinar una sola razón por la cual las personas sufren este padecimiento, cabe reiterar que todo aquel factor que influya en nuestro estilo de vida puede ser considerado como una causa.
El sedentarismo ya era una situación que se vivía desde años atrás con la televisión e incluso con los videojuegos; el estar horas frente a la pantalla ya mostraba los primeros estragos de este ritmo de vida que implica cada vez menor esfuerzo físico.
Hoy en día ya no se ocupa estar fijos frente a una televisión pues el entretenimiento ya se ha adaptado a una movilidad que irónicamente esclaviza más al uso de dispositivos y no son empleados de la mejor manera para mantener un estilo de vida saludable.
Es prioritario cuidar el tipo de contenido que consumimos tanto en redes como en canales y plataformas. Un contenido saludable no normalizará el vivir con sobrepeso y tampoco la publicidad y comerciales que llegan son necesariamente lo que debemos consumir para sentir que pertenecemos a un grupo.
Dr. Alejandro Lopez, the owner and lead bariatric surgeon at ALO Bariatrics, is a Fellow at the American College of Surgeons and is accredited with the American Society for Metabolic and Bariatric Surgery. He is also a certified bariatric surgeon by the Mexican College of Surgery for Obesity and Metabolic Diseases. He is one of two surgeons in Tijuana and one out of five to ten in all of Mexico who is able to provide robotic surgery.